UN ÁSPID EN EL TECLADO
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Lunes 07 de abril de 2025
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Por Ana Conda
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¡Llegó Sanlunes, raza de Piedras Negras! Déjenme les tecleo algo, porque esta semana el chismecito que nos tuvo con el ojo cuadrado en las redes sociales no fue ni de espectáculos ni de pleitos vecinales, ¡no, señores! El mero merequetengue se armó entre los ruleteros, los mismísimos chófis de los taxis.
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Resulta que la cosa está más picosa que chile de árbol, porque el mero mero de la alcaldía anda con la idea fija de no renovar las concesiones de los taxis. Y no es por maldad, ¡ojo!, según el runrún que corre más rápido que taxista en hora pico, el buen hombre quiere evitar que unos cuantos vivales sigan acumulando permisos como si fueran estampitas. La jugada, según se dice, es que ahora sí los que le meten diario la talacha al volante, los choferes de hueso colorado sean los que se hagan dueños de su propio «carrito con letrero». ¡Como decía el mismísimo Zapata, «la tierra es de quien la trabaja», y aquí podríamos decir «la concesión es de quien la ruletea»!
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Pues bien, con esa noticia que cayó como baldazo de agua fría, los concesionarios no se quedaron con los brazos cruzados, ¡ni que fueran estatuas de la Macroplaza! Se fueron en bola, como quinceañera a pastelazo, derechito a la alcaldía a armar su propio mitin, pero eso sí, dizque de manera «pacífica». ¡Ajá! Como si uno no supiera cómo se ponen los ánimos cuando se tocan los bolsillos. Seguro que hubo más de un «¡y a mí por qué!» y algún que otro «¡esta es mi fuente de ingresos, joven!».
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El caso es que el asunto llegó hasta las mismísimas sesiones de cabildo, esas donde se supone que se toman las decisiones importantes mientras uno acá se pregunta si ya habrá tacos al pastor en la esquina. Y ahí, señoras y señores, después de una estira y afloja que duró más que quincena de maestro, los regidores decidieron jugársela a la «ya merito». ¡Como en el futbol, mi gente! Se fueron a tiempos extra, a una prórroga de ¡30 días! durante los cuales, agárrense, el jaloneo va a seguir más intenso que pelea de perros por un hueso. A ver de qué cuero salen más correas, como dice el dicho.
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Mientras tanto, el pobre usuario, el que a diario necesita moverse por esta bendita ciudad, no le queda más que voltear pa’ un lado y pal otro, como esperando el camión en domingo. La verdad sea dicha, lo que uno quisiera es que todo este borlote termine con un buen arreglo, uno donde la lana no se vaya solo a unos cuantos y donde, ¡por fin!, las tarifas de los taxis dejen de sentirse como si uno estuviera pagando un viaje en nave espacial.
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Así las cosas, en nuestra querida Piedras Negras, donde hasta el pleito por las concesiones de los taxis se vuelve un culebrón digno de contarse. Esperemos que en esos 30 días de «tiempo extra» se pongan las pilas y encuentren una solución que beneficie a los choferes que le sudan la gota gorda y, sobre todo, a los usuarios que nomás queremos un transporte digno y a un precio justo. ¡Porque la ciudad es de todos, señores, y los taxis son pa’ moverse, no pa’ enriquecer a unos cuant… ¡Los dejo porque ahí viene el dueño del teclado!